El aceite de germen de Triticum vulgare ofrece múltiples beneficios para el cabello, convirtiéndose en un ingrediente esencial en tratamientos capilares. Este aceite hidrata profundamente el cabello y el cuero cabelludo, dejándolo suave, liso y con un aspecto saludable. Gracias a su alta concentración de ácidos grasos, puede mejorar el aspecto del cabello casi de manera inmediata tras su aplicación. Además, ayuda a reducir la sequedad y la caspa, siendo eficaz para hidratar el cabello seco o dañado. El aceite de germen de trigo también mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y reduce la inflamación, aliviando cualquier irritación existente. No causa irritaciones y es generalmente seguro para su uso en la piel, aunque siempre es recomendable consultar a un dermatólogo si se tiene la piel sensible. Este aceite puede ser utilizado solo para un acondicionamiento profundo o mezclado con otros aceites para crear un champú nutritivo, ayudando a sellar la humedad y mantener el cabello hidratado durante todo el día, combatiendo los radicales libres y fortaleciendo los folículos pilosos.